(2022 a 2024)

Nuestra propuesta es trabajar la extraterritorialidad del psicoanálisis, teniendo en cuenta el compromiso que implica sostener el deseo de psicoanálisis en las distintas formas de la extensión.

Para ello tomaremos la propuesta de Manuel Rubio en su libro Lenguajes y Discursos (Letra Viva 2017), donde propone tres formas de extensión:

Psicoanálisis en Extensión

Extensión del Psicoanálisis

 Psicoanálisis en la Extensión

Comenzando por el Psicoanálisis en Extensión, marcando una diferencia del Psicoanálisis en intensión, donde colocamos lo propio de la institución psicoanalítica y su transmisión dentro de la misma; lugar donde se llega al psicoanálisis desde las variadas formas de trabajo introductorias, así como también lo atinente a la formación permanente, operando de esta forma la transferencia de trabajo.

Con respecto a lo que llamamos Extensión del Psicoanálisis tomaremos lo que compete al mismo como discurso, como cuerpo de doctrina en su condición de genitivo objetivo, a diferencia del discurso del analista, puesto en relación con otros discursos, ya sean de la ciencia o de la cultura. De allí se importaran o exportaran conceptos donde habrá que diferenciar la modalidad de trabajo, sea multidisciplinar o transdisciplinar.

Podríamos colocar aquí también, la transferencia de trabajo con otras instituciones psicoanalíticas.

Se podrá dar tanto dentro como fuera de la sede (virtual o física) institucional.

La tercer propuesta, Psicoanálisis en la Extensión, se refiere al trabajo interdisciplinar de los psicoanalistas en otros ámbitos (hospital, universidad, obras sociales y prepagas, tribunales) donde la lectura del mismo sigue la misma lógica. Tal como lo afirma Harari en su libro Psicoanálisis in-mundo (Buenos Aires, Kargieman. 1994) “… pareciese que, en el orden de la extensión, el analista arriesga más. Lo cual, al poner en juego sus couilles (cojones), incrementa su angustia de castración, y brinda un lugar más propicio para la operancia de la censura intrapsíquica, cuando no de la inhibición y o racionalización despectiva”.

Ubicamos también aquí la lectura que hace el analista del “síntoma social”, eso que hace ruido, estando sofocado por el imaginario social y que es retorno de una (semi) verdad, propuesta hecha por Lacan en el seminario RSI, (clases del 21/1, 18/2, 1/3 del 75).

Opera aquí el trabajo de la transferencia. Este trabajo seria tanto fuera como dentro de la institución.

Siguiendo estas líneas, compartimos lo que Harari dio en llamar “nuestro psicoanálisis”, atendiendo a las diferencias y singularidades.

Así la apuesta se dirige …” hacia la invención consolidada de otro tipo de lazo social entre psicoanalistas. Lazo palabrero, es decir: ni violento- por cuanto la violencia destruye el lazo social-, ni segregativo -porque no acredita en la existencia de hablantes-cloacas. Abierto, en cambio, al creciente pacto simbólico con los psicoanalistas cives. Harari, Palabras, violencia, segregación)