Un analista es invitado a presentar ante un publikum, al menos una cuestión que aguijonee su praxis – incidiendo en la dirección de una cura a su cargo- pidiéndole iniciar una búsqueda. En su presentación en la escena institucional, intentará poner sobre el tapete de un modo articulado ese problema que lo interroga, de manera “comunicable y compartible”, ofreciéndolo a la discusión y al debate del auditorio de analistas.
A su turno, la coordinación favorecerá la conversación de los asistentes en torno de la cuestión de marras, de modo tal que ésta soporte las diferencias a desplegarse en comentarios, argumentos- retóricos, al fin- y razones. El analista presentador se abstendrá de agregar otros datos que – supuestamente, mas no es así en absoluto – aportarían ‘más claridad’ (?) a la inteligencia de lo presentado.