Editorial Mayo 2025

Apertura Mayéutica 2025

 

 

En estos últimos años en Mayéutica, y siendo parte del CD, me ha sucedido algo particular. Cada vez que hubo que pensar en un trabajo a recorrer juntos, se me iban armando imágenes, escenas que podían transmitir el texto elegido. Así fue con Don’t forget Freud, y con el Malestar en la Cultura. Debo confesar que es de mi mundo personal  el surgimiento de ciertas ideas en imágenes y en esta ocasión no fue distinto. Quizás refleje algo de mi propia debilidad mental, pensar en imágenes, sin embargo, últimamente me he servido de ello para crear.

 

Al recorrer este clásico,  emergió   la idea de  ese pequeño recorte fílmico  de Freud, con la música de su preferencia, resaltando además el buen gesto; compartir lo recorrido mostrando sus propias idas y vueltas, sus equívocos, reformulando cada vez, dejando inclusive lo inconcluso, lo que otros pudieran tomar.

 

Suelo comenzar por las Introducciones, no en sentido de lo que introduce a lo que va a venir, no es eso lo que despierta mi interés, es porque allí suelo encontrar algunos indicios. Esta vez, ya  en el primer párrafo;  “  El 26 de Septiembre de 1922 presenta en el 7mo  Congreso Psicoanalítico Internacional celebrado en Berlín, el último al que asistió, un breve trabajo titulado “Consideraciones sobre lo inconsciente”, presentando el contenido del texto que nos ocupa. Esta condición del artículo neutro del alemán, y todo lo que podemos encontrar respecto de la descripción de lo inc como sistema, descriptivamente, como cualidad o como cosa, en su dinamismo, inclusive en las aclaraciones de Freud a Jones en las correspondencia con él por el equívoco de su lectura. Cada explicación e intento de dar cuenta de que se trata cuando decimos lo que decimos de lo inconsciente. Entonces recordé un escrito de Diana Voronovsky  en el libro” Lo incc la una equivocación, cortes conexiones y derivas” donde la autora se pregunta,  por qué a Lacan no le alcanzó con el  inconsciente  freudiano?  Haciendo referencia a la divulgada expresión “el inconsciente freudiano y el nuestro”, e  incluso al pasaje de Lacan con Lacan, pasaje de lo inconsciente estructurado como un lenguaje a la una- equivocación. Y, señala algo más,  ir más lejos que lo inconsciente,  o ir en otra dirección? Es por este sesgo que queda enunciado que lo Incc es de lo Real.

Pero podría decirse,  aún más lejos?  Por la vía de la poesía, en la apertura a las novaciones hararianas respecto de lo audible, que nos invita a adentrarnos a las conceptualizaciones del Realenguaje, ese punto donde, por medio de lo sónico, pudiese llegar a tocarse alguna punta de  Real, a través de su atención flotante. Tomo prestado y agradezco la generosidad de Manuel Rubio de prestarme algunas palabras de su próximo libro, aún no editado, que dice  “Ya no es lo inconsciente estructurado como un lenguaje o como discurso del Otro, donde se preserva la unidad de la palabra, priorizando el habla y según las leyes del lenguaje, donde el orden del saber operaba como un saber no sabido. Ahora, en su operar, la fuerza está en la palabra misma como vocablo, pero deshecha, que pudo haber perdido pedazos, letras que pudieron reordenarse o quedó enganchada a otra en virtud de una conexión fónica inesperada. Acorde a la ausencia del universo del discurso, con el estallido de las palabras y la lluvia de letras que ocasiona, permite otra escritura que la de la lengua común, la que había dado lugar a la formación del síntoma.”

Destacamos que esta invención no se caracteriza por la aparición de algo insensato, sino por nombrar algo que hasta ahora no había sido nombrado; por eso Harari dice que se trata de una palabra sin memoria. Lo que marca es una ruptura, para esa persona reorganiza su experiencia que, a partir de ese momento cobra otro sentido, permitiendo hablar de acontecimiento. Estamos ante un carácter autorreferencial, donde no se interpreta por el contexto y, el referente no es exterior al vocablo mismo, por lo que toma un valor per formativo.”

A modo de conclusión de este tópico, el autor toma diez puntos donde Harari los sintetiza. (Harari, 2021, 58) Hipótesis ontogénica: el magma sónico, el pansonikon. Caracterización del sujeto del psicoanálisis: ser del balbuceo. Pulsión cuyo objeto es la voz: fonante. El goce que la acompaña fónico. La esquicia: del habla y de la voz. Nominación del campo de estudio: vocología psicoanalítica. Objeto del campo de estudio (del que lalangue es triburaria): el Realenguaje. Posición específica del analista en este plano: audicionar. Quiasma: jamás me audicionarás desde donde te hablo y lo que escucho nunca es lo que quiero oír. Modalidad de la incidencia torbellinaria del psicoanalista: el forzaje.

 

 

Dicho esto, retomo desde  la pregunta de la autora “ A R Harari, no le alcanzó con lo inconsciente Lacaniano? ¿Será otro tratamiento de lo Real Inconsciente?

Luego de este sucinto recorrido, vuelvo a leer “Consideraciones de lo inconsciente “como si fuese por primera vez.

 

El segundo indicio, y que por supuesto no deja de tener relación a lo anterior, es la expresión “Anatomía de la psiquis”, un intento de dar cuenta de la estructura psíquica conformada por el “Yo, ello y superyó”.

El año pasado en la Jornada de Cartel, en el Grupo de clínica de niños al cual pertenezco,  tomé la vertiente de la anatomía en la condición de corte, de disección. Aquí me llevó a indagar sobre las mismas referencias comparativas que se encuentran en este texto, cito “El yo es sobre todo una esencia-cuerpo; no es solo una esencia superficie, sino él mismo la proyección de una superficie. O sea el yo deriva en última instancia de funciones corporales, principalmente las que parten de la superficie del cuerpo”. “Cabe considerarlo, entonces como la proyección psíquica de la superficie del cuerpo, además de representar la superficie del aparato psíquico”, El yo es ante todo un yo- corporal.

Para el caso,  no caben dudas que de lo que se trata es del cuerpo. Cuerpo simbólico,  el de las zonas erógenas, el cuerpo imaginario, cuerpo impropio,  como estructura del psiquismo el que siente fragmentarse y el cuerpo real. Respecto de este último, Roberto Harari lo nomina como cuerpo propio, del que no se ha dicho demasiado todavía, e inventa en la conjunción de dos términos, embutiendo uno en el otro, un significante nuevo cuerpalma. Sirviéndose de las letras de

Lacan “quien no ve que el alma, no es otra cosa que su identidad supuesta a ese cuerpo”. Alma es lo que se piensa a propósito del cuerpo. La identidad que se le supone al cuerpo. Cito “Que el alma es la identidad supuesta a este cuerpo… podríamos quizás decir que se trata en efecto, del cuerpalma”.  Anatomía de la psiquis. Cuerpo y Alma, quizás pueda ser un forzamiento de lectura, o  como dice Hoz, una mala lectura, aquella que nos permite continuar avanzando, perturbándola, rompiendo la síntesis, transitando por la incomodidad del sin sentido, que nos haga volver una y otra vez, porque solo en la fractura del sentido puede emerger algo verdaderamente nuevo.

 

Por último. Una pequeña referencia en el texto freudiano, respeto a la historia genética del superyó que permite comprender que conflictos anteriores del yo con las investiduras de objeto del ello pueden continuar en conflictos con su heredero, el superyó. Allí dice “la lucha que se habría librada en estratos más profundos, que no se había decidido mediante una sublimación y una identificación súbita, se prosigue ahora en una región más alta, como la batalla contra los hunos en el cuadro de Kaulbach”. A pie de página llamada comúnmente batalla de Chalons. Esta referencia llamó mi atención.

Esta obra está basada en el cuadro del mismo nombre pintado por Wilhelm von Kaulbach alrededor de 1850. La pintura describe la batalla de los Campos Cataláunicos en el año 451, en la que el ejército huno liderado por Atila luchó contra una coalición entre el ejército romano  y el ejército visigodo. Según la leyenda, la batalla fue tan feroz que las almas de los guerreros muertos continúan luchando en el cielo. La batalla continúa en ese entramado generacional en el que el Superyó opera. Los residuos de lo no resuelto en una generación operan en la red mítica a través de la cual los mandatos superyoicos vociferan. Trauma, mitos y Fantasma

Podría continuar con un sin fin de intersticios, marcas, señuelos, pero mi humilde Intención hoy es invitarnos a abrir el texto, a como nos enseñó Roberto Harari, a continuar escribiendo el psicoanálisis. Muchas gracias a todos por estar acá.

 

María Valeria Díaz